Esta noche no hay luna llena por Shorby

Portada de ESTA NOCHE NO HAY LUNA LLENA

Tenía muchas ganas de volver a leer algo de esta autora, así que busqué en la estantería y me puse con este, que además es una edición chulísima y súper bien cuidada.

Si bien Care Santos para mí es casa, no sabía qué me iba a encontrar en este libro, por lo que fue una sorpresa dar con ese protagonista tan peculiar.

Abel es un adolescente que vive con la grillada de su madre, quien lo tiene encerrado en casa por razones evidentes… pero hasta cierto punto.

Sí, es menor de edad, además de un vampiro que se supone que sabe cuidarse, sin embargo ella se emperra en poner cepos en el jardín para llevarle bichos a su hijo y que se alimente; todo bien, salvo por el hecho de que cuando la víctima llega al piso de arriba ya no suele estar viva. Y esto viene a ser como cuando se te queda frío el cocido o cuando se te derrite un granizado. Que no.

Aunque el chico es responsable con sus actos y sabe a dónde puede llegar y a dónde no, su madre se empeña en sobreprotegerle, tratándole como si fuera un bebé descerebrado y no dejándole salir de casa bajo ningún concepto.

Así, vamos acompañando a Abel en sus noches, siendo aquí donde entra el otro punto fuerte de la historia: Oscura.

Esta chica escribe a diario, en su blog, sus penas y todo lo que se le pasa por la cabeza, mientras sueña con ser escritora aún sabiendo que es imposible. Otros padres insufribles por aquí.

Obviamente, nuestro protagonista lee su contenido cada día a la vez que va forjándose una relación de amistad entre ambos.

Me gusta que no te explican todo desde el principio, sino que empiezas a leer y ya estás en medio de la historia, como si hubieras empezado la serie por el tercer episodio, pero está tan bien contado que te enganchas del tirón.

Santos nos trae de nuevo personajes muy bien construidos, con historias cercanas –y en cierto modo, cotidianas- donde no cuesta nada meterse, hasta el punto de sentir irritación e indignación en determinados momentos, con esa madre que es para darla de comer aparte y a la que en parte entiendes, aunque no compartas en absoluto su forma de actuar, siendo el contrapunto perfecto para esa adolescencia en pleno apogeo y esas hormonas haciendo la ola.

Tenemos otros tantos que se cruzan en la novela, también bastante interesantes, pues aportan aún saliendo poquito, sintiendo que no sobra ni falta nadie y quedando un conjunto que funciona muy bien.

Me ha gustado mucho volver a la autora y sorprenderme con un final que no me esperaba y algún capítulo especialmente potente; me ha mantenido pegada al libro hasta el punto de leerlo prácticamente del tirón.

Muy recomendable.

Escrita hace 31 días · 0 votos · @Shorby le ha puesto un 7 ·

Comentarios